¡¡¡¡Food Morning!!!!
Empiezo la semana emocionadísima porque por fin se ha publicado el viaje a Tailandia que hice en noviembre para la revista Condénast Traveler España gracias a la oficina de Turismo de Tailandia.
Como habréis visto en el reportaje (espero que todos hayáis comprado la revista y si no vayáis corriendo a por ella) y en mis RRSS (Facebook, Twitter e Instagram) fue un viaje impresionante. Visitamos de todo y tengo muchísimas historias y anécdotas que contaros, y por supuesto recetas ¡también! Así que en las siguientes semanas os iré contando poco a poco todas las curiosidades y lo que más me impactó sobre este país tan maravilloso y del que he vuelto totalmente enamorada.
El post de hoy lo quiero dedicar a Bangkok, pero sobre todo a los hoteles y a los restaurantes que tan bien nos trataron, en unos días os contaré más cosas sobre la capital y lo que no os podéis perder si vais.
Viajamos con Qatar Airways, en un avión impresionante, súper moderno y muy bien atendidas. Son unas 6 horas de vuelo hasta Doha, capital de Qatar donde hicimos una escala cortita de una hora y poco, y desde allí ya directas a Bangkok. Os recomiendo viajar cómodas. A mi me encanta ir ya vestida y customizada con ropa del país al que voy a llegar así que desembarqué en Barajas con mis maletas (medio vacías para poder comprar de todo) y vestida con mis pantalones y camisa de seda y sandalias. La gente me miraba un poco raro pero ya sabéis que soy así… 🙂 Siempre llevo una maleta de mano con calcetines y un buen jersey porque en los vuelos suelo pasar frío, pero en Qatar nos dieron mantitas y un set de belleza para que estuviéramos súper cómodas. La comida del avión estaba ¡¡riquísima!! Así que el viaje empezó genial.
Nada más aterrizar en Bangkok, la oficina de Turismo de Tailandia tenía todo preparado y nos recibió la que sería nuestra guía, Miau (es un nombre súper típico allí, como nuestro María aquí) y un conductor con una furgoneta que se encargó de llevarnos y traernos durante los días que estuvimos en Bangkok y sobre todo de ayudarnos con todos nuestros paquetes de compras!
Fuimos directas al hotel Peninsula, un edificio impresionante y de un lujo súper refinado que mezclaba la comodidad occidental con la educación tan exquisita de los asiáticos. Nos recibió el director del hotel y Juan Penuelas, de ETC Travel, que fue la agencia que nos gestionó todo el viaje y con la que os recomiendo que organicéis el vuestro 100%. Juan es español, lleva allí más de 10 años, se conoce la cultura tailandesa a la perfección y te da unos consejos buenísimos dependiendo del viaje y del turismo que quieras hacer. Tanto él como Miau fueron clave para que nuestros días en Bangkok fueran espectaculares y pudiéramos conocer el Bangkok que más me apetecía.
En todos los hoteles que hemos visitado, y como no en el Península también, nos recibían con un té helado, una toallita congelada y una guirnalda de jazmín fresco que después del sofocón de la primera bofetada de calor y humedad tras el avión nos sentó de maravilla. Nuestras habitaciones eran impresionantes con unas vistas de impresión al río (todas las habitaciones del hotel dan al río Chao Phraya) y pudimos comer en su restaurante River Café a orillas del mismo un menú especial que nos habían preparado con los platos más típicos de la cocina tailandesa. Ahí fue cuando me enamoré de la ensalada de papaya y del arroz pegajoso con mango que muy pronto os enseñaré como elaborar.
En el hotel Peninsula también pudimos probar un masaje 100% tailandés en su magnífico Spa, un lugar donde relajarte y perder la noción del tiempo completamente y que nos ayudó a empezar con nuestro primer día en Bangkok como nuevas.
Si os apetece descubrir un poco la vida nocturna más cosmopolita de la capital tenéis que ir a cenar o tomar una copa al restaurante Above Eleven. Está en mitad de la ciudad y tiene unas vistas muy impresionantes. La cocina es Nikkei y está todo muy rico.
El segundo hotel en el que nos quedamos en Bangkok fue el Bayan Tree, más moderno y urbano nos encantó que nos sorprendieran una noche con un baño calentito y lleno de pétalos de rosa, así que decidimos que el lujo asiático es ¡¡¡mejor aún que un novio!!! 😉 Nos invitaron a cenar al restaurante que tienen en la última planta, Vértigo, con cocida francesa y donde pudimos disfrutar de unas vistas de 360º sobre todo Bangkok. Os recomiendo ver el atardecer desde allí mientras os tomáis un cocktail.
Tuve la suerte de probar el restaurante Nahm, dentro del hotel Metropolitan de la cadena COMO, nº 22 de los 50 mejores restaurantes del mundo y 7º de Asia. Probamos un menú totalmente tailandés pero realizado con cocina moderna. Fue impresionante la combinación de sabores y las explicaciones que nos iba dando su manager, Greg, un australiano también afincado en Bangkok desde hacía tiempo.
La verdad es que la oficina de Turismo de Tailandia nos organizó un viaje de 10 y esto es solo el principio… Os dejo con un mini vídeo que resume todo mi experiencia en Tailandia pero estad atentos porque aún me queda muuuuuucho que contaros 😉
Khop khun Ká (gracias en Tailandés)
Samy