¡¡¡Food Morning!!!!
Como habéis visto, a finales de 2015 tuve la suerte de poder conocer Tailandia gracias a la revista Condénast Traveler y a la Oficina de Turismo de Tailandia. Fue un viaje centrado en la cocina tailandesa, los mercados, la cultura gastronómica y sí, nos pusimos las botas 😉
Quería dedicar un post a todos los mercados que hemos visitado, que han sido muchos os lo aseguro, pero cuando me he puesto a ver las fotos no sabía ni por donde empezar… ¡Qué barbaridad! Y es que no solo encuentras comida en los mercados si no que estas rodeada de puestos callejeros de productos frescos y cocinados, de tenderetes en mitad de la acera, todos los restaurantes tienen puesto de cara a la calle con vitrinas mostrando el producto, es impresionante.
Y lo más impactante es que ¡¡¡no huele a comida!!! Como lo leéis, ¡cero! pescado fresco, verduras, frutas, miles de especias y nada, ni medio olor. No sé como lo hacen pero en sitios mucho más civilizados os juro que huele mucho peor…
Estos son algunos de los mercados que no os podéis perder si pasáis por Bangkok y os quedáis un par de días, las excursiones merecen la pena y encontraréis una Tailandia súper auténtica aunque haya turistas, que al final es lo que a mi me gusta cuando viajo, conocer la cultura y mezclarme con su gente.
El mercado de las flores: Es un auténtico espectáculo. No os podéis imaginar la cantidad de flores frescas, los mazos gigantes de orquídeas de todos los colores, claveles, rosas envueltas en papel de periódico. Una maravilla para la vista y para todos los sentidos. Las tailandesas haciendo las guirnaldas, engarzando las flores con sumo cuidado como si fueran piedras preciosas y que se utilizan como ofrendas en los templos. Os recomiendo si podéis ir de noche, sobre las 23hrs que es cuando reciben todas las flores recién cortadas y no hay casi gente aunque no pude resistirme y tuve que volver de día para disfrutar de nuevo del espectáculo con luz natural, eso sí hay que madrugar.
El mercado de las vías del tren: Este mercado es curiosísimo. Resulta que surge de la cantidad de puestos que hay, al no tener sitio suficiente en la zona del mercado, se han ido amontonando y robándole espacio al propio tren que pasa 3 veces por encima, literalmente de los puestos. En ese momento, los vendedores recogen su mercancía y dejan el espacio justo para que las vías se despejen y pueda pasar el tren, es ¡impresionante! Además es un mercado en el que compran locales, tailandeses que viven en ese pueblo por lo que el género es de lo más variopinto y te encuentras mil verduras y pescados que no has visto en tu vida y que ni idea de a qué sabrán…
Os contaré más muy pronto, ¡tengo Tailandia para rato!
Besos,
Samy
Muy interesante. Las fotos preciosas. Me encanta la comida asiática. Tú muy guapa y con unos colores ideales. Un abrazo!!