Seguro que todos habéis escuchado e incluso utilizado el refrán de higos a brevas y de estos frutos precisamente os quiero hablar hoy a parte de porque me encantan porque están de temporada. Los dos proceden del mismo árbol, la higuera. Y al contrario del refrán (que se utiliza para referirse a algo que va a pasar dentro de mucho tiempo como de pascuas a ramos) primero van las brevas y, más adelante, los higos. Las brevas en realidad son higos que, debido al frío, no llegaron a madurar durante el verano y han pasado el invierno en estado de yemas redondas, hasta evolucionar en la primavera siguiente.
La mejor forma de consumir estas frutas es al natural y un truquito, para limpiarlas no las lavéis, con humedecerlas con un trapo un poco mojado suficiente. desde agosto hasta finales de octubre podéis disfrutar del fruto del «árbol divino» y el favorito de Cleopatra o Platón que lo consideraba todo un manjar. Poseen gran cantidad de agua y son ricos en hidratos de carbono (sacarosa, glucosa, fructosa), en fibra, ácidos orgánicos y minerales como el potasio, el magnesio y el calcio, lo que han hecho que sean uno de los frutos más consumidos por la humanidad.
En el catering tenemos un par de recetas buenísimas. Una ensalada con mozzarella, si es fresca mejor, y aliñada con una vinagreta de aceite de oliva virgen, limón, hierbabuena, sal y pimienta. Y mi postre favorito de septiembre con el quedarás fenomenal. Higos (un poco calentados en el horno) con una bola de helado de yogur; un culis de moras, que además están de temporada (calienta las moras con una cucharada sopera de azúcar y un poquito de agua durante diez minutos, lo trituras con la minipimer, lo cuelas y ¡listo!) y unas avellanas tostadas por encima.
¿A qué esperas para ir a la frutería más cercana?
Samy
1 comentario
Guauu !pintaza! Y super fácil! Gracias