¿Sabíais que los niños con Síndrome de Down logran tener vidas independientes y plenas cuando son adultos?
Para lograrlo es fundamental e importantísimo estimularlos desde el momento de su nacimiento, cuando son auténticas esponjas que todo lo absorben.
No sólo con ejercicios específicos sino también con actividades diarias y cotidianas tanto dentro como fuera de casa. De hecho, la familia juega un rol crucial en los primeros años de la vida de un niño con Síndrome de Down.
Este tipo de estimulación se conoce como Atención Temprana, y consiste en ayudar a estos niños desde los pocos días de su nacimiento hasta más o menos los 6 años a que estimulen sus capacidades al máximo. El objetivo es aprovechar que el niño está en plena etapa de desarrollo neuronal para que pueda aprender a moverse, a hablar, a relacionarse y a sentir. Son ejercicios y actividades estimulantes y especializadas que se adaptan a cada niño según las necesidades y dificultades que pueda tener o presentar.
Con Roscón implementamos esto desde el día en que nació. Aquí podéis verlo con Olivia, su cuidadora, haciendo ejercicios de estimulación con todo tipo de objetos. Tenía que desarrollar su tacto con las manos así que le dábamos cosas puntiagudas, más suaves, otras rugosas, objetos con sonidos diferentes como cascabeles, lo tumbábamos en su mantita y le íbamos cambiando los objetos para que desarrollara esta habilidad.
En estas fotos podéis verle un poco más mayor con la estimuladora de la Fundación Down Madrid a la que asistió durante unos meses cuando empezamos con la atención temprana. Como veis, trabajaban con él frente a un espejo, y así ha salido, no hay nada que le guste más que mirarse y hacer un poco el payaso… Le hacían ruidos, gatear, que se pusiera de pie y la verdad es que Roscón siempre ha respondido muy bien a este tipo de ejercicios y se ha movido desde pequeño un montón.
Pero además de los ejercicios estimulantes o educativos que uno puede hacer tanto en casa como en un centro de atención primaria, lo que siempre me han dicho es que lo más importante es su integración en la familia. Es por eso que a Roscón siempre lo trato como a uno más de mis hijos. Juego a diario con él, igual que juega con sus hermanos, hacemos actividades en casa, pone la mesa, recoge su ropa, se viste, compartimos momentos cotidianos y le regaño y castigo cuando hace alguna travesura (que no son pocas) cuando toca también.
Os dejo este vídeo con su profesora haciendo algunos ejercicios de estimulación. ¡Es tan mono!
Le veo crecer cada día, poco a poco, y la verdad es que me llena de orgullo.
Si queréis saber más sobre Atención Temprana os recomiendo este blog de la Fundación Down España, Mi Hijo Down.
Besos,
Samy